Comprar una propiedad es un proceso que requiere una planificación meticulosa, y uno de los
aspectos más importantes es reunir la documentación necesaria. Tener todo en orden no solo
agiliza la compra, sino que también evita retrasos y posibles inconvenientes con prestamistas y
vendedores.

Identificación oficial
El primer documento fundamental es la identificación oficial. Ya sea un pasaporte, una licencia
de conducir o un documento nacional de identidad, las instituciones financieras y notariales
requieren una prueba válida de identidad para proceder con la compra.

Comprobantes de ingresos
Los comprobantes de ingresos son otro requisito esencial. Los prestamistas solicitan talones de
pago, declaraciones de impuestos y estados de cuenta bancarios para evaluar la estabilidad
financiera del comprador. En el caso de trabajadores independientes, se requiere
documentación adicional, como contratos de trabajo y facturación de los últimos meses.

Historial crediticio
El historial crediticio también juega un papel clave en la aprobación de una hipoteca. Los
bancos analizan el puntaje crediticio para determinar el riesgo del préstamo. Es recomendable
revisar el reporte de crédito antes de iniciar el proceso y corregir posibles errores o mejorar la
calificación si es necesario.

Preaprobación bancaria
Si se adquiere la propiedad a través de un préstamo hipotecario, se necesita una
preaprobación bancaria. Este documento indica la cantidad que el banco está dispuesto a
financiar y brinda mayor seguridad al momento de negociar con el vendedor.

Contrato de compra-venta
Finalmente, el contrato de compra-venta es indispensable para formalizar la transacción. Este
documento detalla el precio de la propiedad, los términos del pago y las condiciones del
acuerdo entre comprador y vendedor.

Contar con la documentación adecuada desde el inicio del proceso permite una compra más
ágil y sin contratiempos, facilitando el camino hacia la adquisición de la vivienda deseada.