
4 Cosas que debes saber sobre tu seguro de HOGAR
Contar con un seguro de hogar es esencial para proteger tu vivienda y tus pertenencias frente a imprevistos. Sin embargo, muchas personas lo contratan sin entender bien qué incluye, qué no cubre o cómo funciona. Conocer los puntos clave de tu póliza puede marcar la diferencia en una situación de emergencia o en el proceso de un reclamo. Aquí te compartimos 4 aspectos fundamentales que debes tener claros sobre tu seguro de hogar.
Primero, es importante saber qué cubre realmente tu póliza. De manera general, un seguro de hogar protege contra daños estructurales provocados por eventos como incendios, tormentas, robos o vandalismo. También suele cubrir el contenido del hogar, es decir, tus pertenencias: muebles, electrodomésticos, ropa, tecnología y objetos personales. Además, muchas pólizas incluyen una cobertura de responsabilidad civil, que te protege en caso de que alguien se lesione dentro de tu propiedad o si tú o un miembro de tu familia causan daños a terceros. Esto puede cubrir desde gastos médicos hasta asesoría legal si se presenta una demanda.
El segundo punto clave es entender qué no cubre tu seguro. Muchos propietarios creen estar protegidos frente a todo, pero cada póliza tiene exclusiones. Por ejemplo, los daños por inundaciones o terremotos normalmente no están incluidos en los seguros estándar y requieren coberturas adicionales. Tampoco se cubren problemas causados por falta de mantenimiento, moho, plagas o desgaste natural. Otro error común es asumir que objetos de alto valor como joyas, obras de arte o instrumentos están asegurados automáticamente. En estos casos, es necesario declararlos por separado o agregar extensiones de cobertura. Leer la póliza y aclarar estas condiciones con tu aseguradora es clave para evitar sorpresas.
En tercer lugar, debes conocer bien tu deducible. El deducible es la cantidad que tú debes pagar antes de que el seguro cubra el resto del daño. Por ejemplo, si sufres un daño de $5,000 y tu deducible es de $1,000, el seguro solo pagará $4,000. Elegir un deducible más alto puede reducir el costo de tu póliza mensual, pero también significa asumir un gasto mayor si ocurre un siniestro. Por eso, es importante elegir un monto que esté dentro de tus posibilidades reales. Además, cada vez que haces un reclamo, este puede quedar registrado y afectar el costo de tu póliza al renovarla.
Por último, tu seguro de hogar debe ser revisado y actualizado con frecuencia. Si hiciste remodelaciones, compraste nuevos electrodomésticos, cambió el valor de tu propiedad o incorporaste objetos de alto valor, es necesario informar a la aseguradora para que la cobertura esté alineada con tu realidad actual. Una póliza desactualizada puede dejarte desprotegido o infravalorado. También es recomendable revisar la cobertura una vez al año, incluso si no hiciste cambios, para asegurarte de que sigue siendo la mejor opción disponible.
En resumen, tener un seguro de hogar no es suficiente: necesitas entenderlo. Saber qué incluye, qué excluye, cuánto es tu deducible y cuándo actualizarlo te ayudará a usarlo de manera efectiva y evitar problemas. La clave está en no dejarlo en automático, sino en gestionarlo con atención. Así, en caso de emergencia, podrás contar con el respaldo que realmente necesitas.